miércoles, 21 de febrero de 2007

Mañanas difíciles


Mi marido se va a trabajar y los niños al instituto; desayuno y, empieza todo de nuevo; comienzo a oir voces extrañas que me hablan con distintos acentos, y, no sólo hablan; cantan mil tipos de canciones, personas jóvenes y mayores, todas cantan; después, empiezan a hablarme de muchos temas; de trabajo y de estudios; de la vida en la calle, de una película o una obra de teatro; me leen periódicos o me meten a un estudio de radio , me llevan al campo o, me montan en un tren, cuándo no me hacen acompañarles por un parque. Y, no dejan de hablarme, continuamente, de todas esas cosas, una persona y otra y otra más; insisten en repetirme lo que acaban de decir, y quieren que yo diga sus mismas palabras. No , no sus palabras; quieren que repita sus frases cómo hacen ellos, y no dejan de atosigarme, hablando sin parar. Y me insisten una y otra vez: dilo, tú lo sabes ya , así que , dilo, y hazlo igual que nosotros; , dilo, dilo, dilo; y yo lo intento , intento entenderles pues además no dejan de insistir en eso de ,que ya sé lo que me dicen ,que me lo han repetido miles de veces; intento escribirlo , pues así me lo mandan hacer; intento leer dónde ellos dicen que lo haga y, yo intento obedecerles, pero dónde me dicen que lea, no veo nada ; lo que me dicen que escuche , no lo entiendo; lo que me dicen que escriba, no lo puedo hacer, sólo consigo hacer garabatos una y otra vez. Pasan los minutos , cada vez estoy más cansada, más tensa y nerviosa, pero ellos ahí siguen, una y otra vez incansables ; habla, lee, escribe, escucha, repite, y así me llegan las palabras extrañas, las órdenes indescifrables, todo sin sentido. Mi cocina en ese momento , ya es un caos; un montón de cosas extendidas por la mesa, letras y más letras volando en torno mio y, sobre todo voces, voces , voces, cada vez más difíciles de entender, pero que me siguen mandando y mandando , y me retumban cada vez más en la cabeza. Ya no puedo más, tengo que acabar cómo sea esta tortura, este sin vivir en el que me veo inmersa todas las mañanas. Por fin , igual que empezó se acaba todo ,así que, me levanto con bastante esfuerzo , dada mi escasa claridad mental en ese momento; consigo tomarme un café y pienso en todo lo ocurrido y en que , mañana se repetirá. Mañana, cuándo todos se vayan de casa, seguiré con mis clases de inglés.

5 comentarios:

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Curioso post, en un principio me dejaste asustada!! jajaja. Sigue con tus clases, te vienen bien, ojalá yo retomara un poco los idiomas que se pierden en la memoria porque no se practican, al menos yo. Bueno ahora tendré ocasión de practicar alguna lengua nueva.

Un beso

luz de gas dijo...

Hola Shikilla; esta es la idea, vienen bien, son necesarias para acceder a tantas cosas. En fin, que , cómo tantas cosas, con la edad cuesta más , pero , ahí estamos. Gracias. Saludos.

Anónimo dijo...

Jajaja yo creí que estabas escribiendo sobre el trabajo o algo así. Mujer que no es para tanto, el inglés es un idioma mucho más sencillo de lo que piensas, es más fácil que el español (es mi opinión...) No le cojas manía y ve a clase pensando que luego vas a poder comunicarte con un montón de personas y a leer un montón de cosas que antes no comprendías.

Un abrazo Luz

Anónimo dijo...

Que angustia, que agobio, de punta se me ponen los pelos, solo pensar en ponerme a estudiar ahora un idioma....y encima lo poco que sabía se me olvidó...

Animo, que seguro que ya lo tienes dominado.

luz de gas dijo...

Bueno , ahí andamos; una forma de contar algo que hago, y hacerlo de otra forma, no sé si ha salido humor gris-negro, o una película de miedo. Saludos