Cuándo vivía en Cantabria, en alguna ocasión salí con mi , entonces novio, en bicicleta; me gusta mucho hacerlo y lo hacía ocasionalmente, aquí en Murcia. Pero, aquello es otra historia, otra mucho más dura. Carreteras rectas, no hay no, cómo apenas caminos ; no, eso es un continuo sube y baja, que destroza al más pintado, y hay que tener mucha afición, y desde luego capacidad de sufrimiento sin igual para aventurarse por allí con ese vehículo.
En alguna ocasión pude ver el paso de la Vuelta, cuando aún era en Abril, por aquellos puertos y es algo que duele sólo verlo. El paso por el puerto del Escudo, aún sin arreglar cómo ahora está; para morir del susto sólo mirando; y ahí que se lanzaban los ciclistas, y ya los imaginabas saltando por alguna de aquellas cuestas, rumbo al encuentro de cualquier vaca o caballo de los que abundan por toda la región. Malo verlos con sol, por el calor que debían pasar con ese esfuerzo pero, ¿con lluvia, niebla, etc?, pánico es lo que daba.
Mi marido había ido con frecuencia hasta Alisas, La Sía, y bastantes lugares más. Cuándo pasé por allí en coche, me asustaba imaginándolo solamente. Increible.
Siempre me ha parecido un deporte durísimo por tantos y tantos motivos; además de poco reconocido ( más en alza gracias a los años de tan grandes ciclistas españoles), pero además poco remunerado para la mayoría , y más comparado con otros deportistas.
Ahora está en mal momento, pero, es algo que ahí está , la inmensa dureza , la gran belleza de este hermoso deporte.
Las fotos las hice en Julio, desde Alisas; un grupo de aficionados bajaba "a tumba abierta".
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